lunes, 13 de junio de 2011

E.U.: El arte de predicar sin el ejemplo



Analistas extranjeros han previsto que entre México y Estados Unidos, las relaciones podrían tensarse más, debido al incremento de decesos de ciudadanos norteamericanos en territorio nacional.

Las cifras, según instancias norteamericanas posicionan a nuestro país muy por encima de Irak, Egipto, Túnez o cualquier país en conflicto bélico del medio oriente, en lo que a muertes de estadounidenses se refiere.

Desde principios del siglo pasado no se tenía cuenta de situación similar a la actual. Durante 2010 murieron 123 ciudadanos norteamericanos, según las más recientes cifras proporcionadas por el Consulado de los Estados Unidos

Ciudad Juárez ostenta el 45 por ciento de las “muertes no naturales” en un sexenio marcado por la crisis económica, de seguridad y diplomática; al diferendo que nuestro país sostiene con Francia por el caso de Florence Cassez, hay que sumarle la que se gesta con nuestro vecino del norte y principal socio comercial.

De 2006 a la fecha, ocurrieron 340 decesos de norteamericanos, circunstancia que tiene muy presente la administración del presidente Barack Obama.

México también es inseguro para los extranjeros

Sin el ánimo de especular sobre la reacción del primer mandatario estadounidense y su gobierno, las cifras son dignas de tenerse en cuenta.

En 2008 el Pentágono, ante las expresiones de violencia cada vez más frecuente, prohibió a todo su personal militar (franco y en activo) cruzar la frontera hacia Ciudad Juárez, a menos que contara con un justificante o la aprobación de un superior.

Dejando la pregunta en el aire ¿Qué armas dan muerte a mexicanos y extranjeros en nuestro país? Vamos, solo tomando en cuenta de 2006 a la fecha.

El cuestionamiento tiene su origen en tanto que la actual administración calderonista ha hecho reiteradas solicitudes a las autoridades norteamericanas para que endurezcan la ley de venta de armas de fuego, sin resultados positivos.

De acuerdo con cifras oficiales, el 90% de las armas decomisadas provienen de Estados Unidos, cruzan la frontera con la aprobación y a la vista  de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF por sus siglas en inglés).

Uno de los más recientes intentos fue el de la ATF, que “pretendió” obligar a las armerías en California, Arizona, Nuevo México y Texas, informarle cuando vendan al menos dos fusiles al mismo cliente en cinco días, en una normativa similar a la que existe para las pistolas.

Para ello solicitó a la Casa Blanca la expedición de una orden de emergencia que le permitiera imponer la normativa sin someterla a consulta pública; Washington rechazó la petición y refirió que es necesario que la propuesta sea revisada durante tres meses, abierta a la opinión de la población.

Mientras tanto en México ocurren en este lapso tres hechos que cabría esperar, contribuyesen positivamente para que la iniciativa fuese respaldada y aprobada legislativamente en aquél país. A saber:

Nancy Davis, misionera norteamericana, falleció en un hospital de Texas, tras ser agredida cerca de la franja fronteriza por hombres armados el 23 de enero de 2011 en Tamaulipas.

A Juan Carlos Echeverri y a Carlos González Bermúdez, ambos estudiantes de preparatoria en El Paso, mueren durante una balacera en Juárez el 6 de febrero de este año. El gobierno norteamericano sostiene que fueron advertidos del peligro que corrían.

El 15 de febrero de 2011 Jaime Zapata, agente de Inmigración de Estados Unidos, murió al recibir disparos de arma de fuego, en una emboscada en un tramo carretero entre Querétaro y San Luis Potosí.

Si revisamos las estadísticas y vemos que la cantidad de norteamericanos muertos en territorio nacional se ha casi cuadriplicado en los últimos 4 años, solo es cuestión de tiempo para que abiertamente agentes extranjeros deambulen por nuestras calles, portando armas de fuego, si no es que ya lo hacen.

Al cierre de esta edición, el presidente Obama y los funcionarios de su gabinete han guardado silencio ante la cuestión, salvo para hacer escuetos comentarios diplomáticos.

El fiscal de ese país, Eric Holder  refirió de forma ambigua que “Se analiza cómo proteger más a nuestros agentes en México”.

El procurador general en Florida, Bill McCollum propuso en los años ’90 una ley para forzar a México a que permitiera a los agentes norteamericanos el porte de arma en nuestro territorio, recientemente ha declarado que es necesario poner nuevamente el tema sobre la mesa.

La primera vez que se planteó fue en 1985, tras la tortura y muerte del agente de la Drug Enforcement Administration (DEA), Enrique “Kiki” Camarena en territorio mexicano. Hecho que tensó la relación binacional.

Bill McCollum aspira por el Partido Republicano a la gubernatura de Florida, es impulsor de una propuesta antiinmigrante que exigirá que los indocumentados deberán contar con papeles que acrediten su nacionalidad (al menos) o enfrentarán 20 días de prisión, además de permitirle a los jueces imponer condenas a aquellos connacionales ilegales que delincan, y que sean mucho más severas que a los residentes legales.

Desde hace algunas décadas, circulan rumores sobre presuntas intervenciones de agentes de la DEA, FBI o la CIA en nuestro país, que no han podido confirmarse (oficialmente) y que tanto el gobierno mexicano como el estadounidense, han rechazado como verídicos. Sin embargo despierta suspicacias el silencio y distancia que mantiene el gobierno de nuestro vecino del norte, pues por menos que esto (la muerte de sus ciudadanos, civiles o militares) han intervenido en la soberanía de otras naciones. 

¿Qué tan lejos estamos de correr la misma suerte?


Quizá para alejar dicha posibilidad, tras el ataque a los agentes del ICE (por sus siglas en inglés) entre San Luis Potosí y Querétaro, la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) presentó a Julián Zapata Espinoza, alias el Piolín, como el responsable de la muerte del agente Jaime Zapata, así como la detención de cinco personas más.

Otra suspicacia, la rapidez con que los elementos de la Sedena dieron con los autores materiales del homicidio contra Jaime Zapata, supuestos integrantes de una célula criminal vinculada a los Zetas.

Para relajar la tensión entre México y Estados Unidos, la Presidencia de la República dio a conocer la visita del titular del ejecutivo Felipe Calderón Hinojosa a su homólogo norteamericano, Barack Obama. Dicho anuncio se dio a conocer el mismo 23 de febrero y fue el propio Calderón Hinojosa quien le hizo saber a su contraparte estadounidense de la detención.

Mientras tanto el armamento sigue llegando a las calles de todo Chihuahua y México, se nos exige cumplir acuerdos, compromisos y condiciones para acceder a los recursos previstos en la Iniciativa Mérida, pero como siempre: se nos exige todo a cambio de nada. 

Por: Eduardo León Benavides

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